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martes, 16 de agosto de 2011

UNA VEZ...

Una vez hubo una mujer que sintio en su vientre y en su cuerpo un cambio fascinante.  Durante nueve meses soporto el cansancio, las nauseas, la pesadez de su cuerpo y disfruto cada momento porque sabia que habia alguien que sentia igual que ella los latidos de su corazon, y compartian el dia, la noche, la alegria, el hambre, el sueno, cada movimiento.
Una madrugada su vientre no aguanto mas y expulso de ella a un ser pequeno, fragil, que lloraba y exploraba el mundo al que habia llegado. Y aquella mujer lloro de alegria y de emocion,  y un poco de anoranza por aquellos movimientos que sentia cada vez que ese ser se movia dentro suyo.
Una vez hubo una mujer que lo dio todo por ese ser pequeno que tuvo en sus brazos un amanecer  y que cuido sola pues nadie estuvo a su lado para acompanarla o ayudarla.  Esa mujer trabajo con todas sus fuerzas para darle sustento a su bebe.  Paso por toda clase de angustias y vivio en diversos lugares, vivio con carencias y temores pero los enfrento por su bebe. Era su amor y su motivo.
Y vio como su bebe dejo de serlo y se convirtio en una nina que jugaba y sonaba, y le contaba las historias mas absurdas pero bellas que ella jamas habia escuchado, y reia.  Y seguia luchando por su hija.  La vio crecer y convertirse en una jovencita enamorada y sonadora, con todo tipo de planes y suenos, metas y fantasias.  Y sonreia, y temia por ella, porque no queria que nada malo le sucediera.
Su amor era tan grande que no le cabia en el pecho.  Y ese pecho albergaba algo mas que amor....
Hubo una vez una mujer que recibio la peor noticia que habia escuchado en su vida, en su pecho habia crecido algo que no era amor, pero por amor lucho contra eso, y sufrio, y lloro por su hija.  No queria dejarla asi que lucho mas y cada dia confiaba en que seria el ultimo dia de su enfermedad pero el ultimo dia descubrio que no podia mas y dejo de luchar y se rindio.  Estaba cansada, estaba en paz.  Y se despidio con una mirada.
Aquella madrugada llego el momento de partir y se fue sin decir nada, sin llanto, sin prisas.
Hubo una vez una mujer que dejo huella en la vida de alguien, de su hija, de su motivo para vivir.
Hubo una vez una mujer a la que ame con todas mis fuerzas y por ella soy quien soy, ella era mi mama.

2 comentarios:

  1. Jeka: Justo el lunes estaba pensando en todas esas personas que han perdido a su mamá y el dolor que deben sentir al pasar ese día con el recuerdo de quien tanto se quizo y ya no está...

    Un abrazo. Conozco tus sentimientos.

    Katmarce--
    submarinopimienta.blogspot.com

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  2. Gracias!!! yo ya no siento dolor, solo nostalgia de lo que pudo ser...

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